- Ángel Asenjo Díaz
- Publicado en la sección 03 Colaboraciones de Académicos ©
- Anuario 2016. Segunda Época (descargar pdf)
E
l día 31 de marzo de 2016 en Miami, Estados Unidos, a la edad de 66 años, falleció Zaha Hadid, debido a complicaciones derivadas de una bronquitis. Esto nos ha estremecido, pues se nos ha ido, en el momento de la máxima creatividad, esta fantástica arquitecta iraquí, sin lugar a dudas una de las figuras más importantes de la Arquitectura de finales del siglo XX y principios del XXI.
Zaha Hadid nos sorprendió siempre, desde sus comienzos en la década de los años 80 del pasado siglo, cuando se dieron a conocer sus primeros trabajos, hasta sus últimas realizaciones arquitectónicas. Sus trabajos en todo momento han sido considerados novedosos, raros, emocionantes y en muchos casos ininteligentes; para algunos de imposible ejecución, pero siempre muy personales y extraordinarios. Su arquitectura no es banal desde ningún punto de vista y sus proyectos están desarrollados, en todos los casos, a partir de una base conceptual matemática y geométrica, lo que le ha permitido ir calificando su arquitectura de suprematista, constructivista, deconstructivista, fluida o paramétrica, según el momento al que nos refiramos de su evolución creativa, pero siempre resuelta desde una misma perspectiva conceptual y estética.
Zaha Hadid, en todo momento, se caracterizó por la fortaleza de su personalidad y la singularidad de su arquitectura, lo que le ha permitido, tanto a nivel personal como a nivel arquitectónico, alcanzar un lenguaje muy personal, que siempre le caracterizó y diferenció del resto de los arquitectos de su época, hasta el punto de constituirse en un auténtico referente. Se dedicó de forma constante a la arquitectura desde una actitud enérgica, fuerte y sensual, lo que hizo con una voluntad férrea hasta alcanzar el reconocimiento general como uno de los grandes arquitectos de nuestro tiempo, hecho que todos han ratificado y que nadie se ha atrevido a discutir tras su fallecimiento.
INTRODUCCIÓN
Desde que terminó la carrera de arquitectura en la Architectural Association School of Architecture (AA) en Londres (1977), pasaron dieciséis años hasta que Zaha Hadid vio materializada su primera obra. Durante todo este tiempo luchó denodadamente para demostrar que los edificios que mostraba a través de sus dibujos y pinturas, eran reales y posibles. En 2004 recibió el Premio Pritzker, cuando apenas había construido obra arquitectónica alguna, pero este importantísimo galardón le fue concedido porque el jurado hizo una apuesta de futuro. Hasta ese momento su arquitectura era una obra esencialmente dibujada, teniendo en su haber una escasa obra construida, como la Estación de Bomberos de Vitra y el Pabellón Land Formation-Once (ambos en Weil-am-Rhein), el Edificio de Viviendas del IBA en Berlín, la Terminal de Transporte Hoenheim-Nord en Estrasburgo, la Torre Bergisel de saltos de esquí en Innsbruck y el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal en Cincinnati. Este premio Pritzker fue un espaldarazo a sus inquietudes profesionales y el origen de una ingente cantidad de encargos, que se fueron produciendo de forma ininterrumpida hasta el final de su vida, y que le permitieron desarrollar todas sus ideas arquitectónicas.
CMA CGM TOWER. MARSELLA, FRANCIA. FOTO: YOSHIO F.
Desde sus primeros trabajos, Zaha Hadid puso de manifiesto que veía la arquitectura de forma diferente al resto de sus compañeros y siempre tuvo claro qué tipo de edificios quería conseguir, y que tenía que dibujarlos de un modo distinto para conseguirlos. Los bocetos y croquis convencionales no servían a sus ideas, los métodos gráficos tradicionales no resultaban suficientes para alcanzar sus objetivos, y tampoco las herramientas habituales de representación de la arquitectura mediante plantas, alzados y secciones. Razones por las que desde el principio tuvo que investigar en nuevas formas de proyectar y dibujar, para intentar ver desde otro punto de vista los espacios de las formas complejas que imaginaba.
A partir de 2005, cuando creó la firma Zaha Hadid Architects, su estudio de arquitectura, lo instaló en una antigua escuela del céntrico barrio de Clerhenwell, en la zona Este de Londres. Allí creció profesionalmente, llegando a formar un equipo constituido por hasta 250 colaboradores, a los que hay que unir otros 150 profesionales que colaboraron con ella en diversos lugares del mundo, en su mayor parte jóvenes con una edad media inferior a treinta años, y de diversas nacionalidades. La mayor parte de estos colaboradores eran arquitectos, un tercio de ellos mujeres, y los seleccionaba de entre aquellos que pensaban que las cosas se podían hacer de otra manera, y que la arquitectura podía cambiar la vida de la gente.
En su oficina nunca se dejó de investigar, y bajo la presión de inventar cada día algo nuevo, se produjeron múltiples ideas como las que se recogen en las casi cinco mil maquetas de cartón blanco, que se guardan en el almacén de su estudio. Estas ideas se producían fundamentalmente por la noche, que era el momento de mayor actividad del equipo de colaboradores más próximos, con los que realizó los trabajos siempre desde el entendimiento y la convicción de que la creación arquitectónica tiene una componente de incertidumbre y otra de viaje a lo desconocido. Esto estaba basado en la experimentación constante de nuevos puntos de vista hasta alcanzar la idea definitiva, a la que se llegaba en todos los casos desde el convencimiento de que se empezará a tener un mundo mejor cuando la mayor parte de lo que se construya esté realizado por arquitectos realmente amantes de la arquitectura.
ORIGENES Y FORMACIÓN. – (1950-1977)
Zaha Hadid nació el 31 de octubre de 1.950 en Bagdad, capital de Iraq. Era la tercera de una familia de tres hermanos, los dos mayores varones, contando el mayor con 13 años cuando ella nació. Su padre, Mohammed Al-Hajj Husayn Hadid nació en Mosul, al norte de Iraq, a orillas del río Tigris. Era árabe, musulmán suní, educado en Inglaterra, graduándose en la London School of Economics a principios de los años 30, y convirtiéndose de regreso a Iraq en destacado político del Partido Democrático Iraquí. En 1958, un golpe de Estado derroca al rey Faisal II y se proclama la República de Iraq, siendo nombrado Ministro de Finanzas e iniciando las reformas de la educación, de la sanidad y de la propiedad de la tierra.
ZAHA HADID. FOTO: STEVE DOUBLE
Durante su infancia, vive tiempos convulsos en Iraq, pues la actividad política era intensa. Su padre comparte con la niña sus puntos de vista progresistas, orientados a la industrialización del país, el desarrollo de programas de viviendas y la nacionalización de la producción del petróleo. Su madre le enseña a dibujar, acrecentando esta destreza durante su juventud, acompañándola a visitar los más importantes museos de arte del mundo. Esta actitud liberal de la familia, de mente abierta al multiculturalismo, conduce a Zaha Hadid a entablar relaciones durante su infancia con diferentes grupos de personas, explorando siempre nuevas maneras de hacer las cosas.
Inicia su educación en el mejor colegio de Bagdad, una escuela de monjas católicas francesas, donde comparte aulas con alumnas islámicas, musulmanas, cristianas y judías. La educación en esta escuela era muy avanzada, con buenos profesores en el campo de las ciencias y de las artes, donde realizó su educación elemental hasta los 16 años. En ese momento sus padres deciden enviarla a Suiza, y unos años después a Londres para terminar la enseñanza secundaria. Al cumplir los 18 años regresa a Oriente Medio y comienza a estudiar matemáticas en la Universidad Americana de Beirut, en el Líbano, donde se gradúa en 1971.
El año 1972 decide ser arquitecta y se traslada a Londres para estudiar en la Architectural Association School of Architecture (AA), que gozaba de un enorme prestigio por impartir una pedagogía arquitectónica fuera de lo convencional, formando a los diseñadores más innovadores de la profesión arquitectónica. Allí ingresa, siendo director Alvin Boyarsky. En la escuela, los profesores no enseñaban ni explicaban nada, ni siquiera decían como dibujar, de forma que mediante un planteamiento docente flexible permitía que cada estudiante diseñara su propio plan de estudios, aprendiendo de la experiencia de sus renombrados profesores. Este sistema constituyó para Zaha Hadid una gran experiencia, aprendiendo a estar centrada desde el principio de su carrera en lo que realmente le interesaba. En el tercer año de carrera elige como profesor a Leon Krier, con el que discrepa de forma total, y en el cuarto año entra en el taller compartido entre Elías Zenghelis y Rem Koolhaas, con los que demuestra una gran afinidad, permaneciendo en este taller hasta el final de la carrera.
Allí descubre que es posible hacer algo diferente a lo dogmático y que puede haber otra forma de hacer las cosas, sintiéndose siempre muy afortunada de haber pertenecido a la Architectural Association (AA) en aquellos años, compartiendo aulas con estudiantes de opinión política formada, y con los que disfrutó de largas conversaciones durante la vida estudiantil. Para su graduación decidió explorar el “factor mutación” en la elaboración de un proyecto de hotel sobre sobre el Támesis, en Londres, que será su trabajo fin de carrera denominándolo “Malevich’s Tecktonik”, con el que obtiene el Diploma Prize de la Architectural Association. En el acto de su graduación, en 1977, Rem Koolhaas diría de Zaha Hadid, que es “un planeta con su propia e inimitable órbita”.
ETAPAS EN LA EVOLUCIÓN DE SU OBRA (1978-2016)
Aunque es muy difícil diferenciar de forma clara las etapas de su evolución creativa, lo haremos partiendo del referido proyecto Final de Carrera en la Architecture Association de Londres, denominado Malevich´s Tektonik, que se identifica sobre todo por una pintura y donde ya puede apreciarse su enorme personalidad arquitectónica. En el conjunto de su producción arquitectónica diferenciamos cuatro etapas o periodos, que constituyen la base conceptual de nuestra exposición y que concretamos en espacios temporales, donde el diseño de sus obras posee elementos diferenciados con características comunes, lo que nos permitirá alcanzar un más adecuado conocimiento de la evolución de su obra arquitectónica. Estas etapas o periodos los concretaremos en la forma siguiente:
Primera etapa. Este periodo lo situamos desde el año 1978, cuando después de presentar el proyecto fin de carrera entra a colaborar con Rem Koolhaas en el OMA, y lo finalizamos en el año 1987. En estos años desarrolla una gran labor docente y se presenta a los concursos más diversos, realizando una obra de arquitectura suprematista y constructivista, entre las que destacan determinados estudios urbanísticos de Londres y otras grandes ciudades, como la Propuesta de Ordenación The Peak (que redactó como consecuencia de un concurso ganado en Hong Kong), y el proyecto de un Edificio Residencial en Berlín, en el ámbito del conjunto de proyectos promovidos por el IBA. Este periodo apenas presenta obra construida.
Segunda etapa. Concretamos este período entre el año 1988 y el año 1999, constituyendo la época en la que inicia su obra arquitectónica, aprovechando la relevancia que le confiere su participación en la exposición que organiza Philip Johnson en el MOMA de New York en 1988, en la que participan los más significados arquitectos de la Arquitectura denominada “de-constructivista”. En esta época lleva a efecto importantes obras, tales como la Estación de Bomberos de Vitra en Weil am Rheim, el Palacio de la Ópera en la Bahía de Cardiff, el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal en Cincinnati o la Torre Bergisel de saltos de esquí en Innsbruck. En todos ellos se observa una creciente profundización en las ideas del de-constructivismo arquitectónico.
Tercera etapa. Se desarrolla este período entre los años 2000 y 2008, siendo el hecho más destacable del mismo la concesión del Premio Pritzker, que le fue otorgado sobre todo por sus ideas más que por su obra, hasta entonces escasa, y que se incrementó de forma sensible desde entonces. Aumenta a partir de este galardón su cartera de trabajo, tanto por los concursos ganados, como por los encargos profesionales de que fue objeto, destacando, entre otros, el Palacio de la Ópera de Guangzhou en China, el Edificio Central de BMW en Leipzig, el Centro Acuático de Londres y el Pabellón-Puente para la Expo 2012 en Zaragoza. En este período puede observarse la total incorporación de sus obras a las ideas de-constructivistas, con una enorme madurez, consolidándose como una de las profesionales de la arquitectura más prestigiosas del mundo.
Cuarta etapa. Este período se inicia en 2009 con la publicación del Manifiesto de la Arquitectura Paramétrica, que redacta su principal colaborador Patrick Schumacher y lo extendemos hasta el momento de su fallecimiento en marzo de 2016. En esta época sus proyectos adquieren una mayor complejidad formal, consecuencia de su madurez profesional y personal, destacando obras tan importantes como la Torre Price en Oklahoma, la Torre de la Ciudad de los Sueños en Macao o el Puente Daujiang en Taiwan, entre otras muchas. En todas puede observarse la versatilidad formal y conceptual buscada desde el principio de su carrera profesional, lo que llegó a alcanzar de forma más que suficiente.
Primera Etapa: arquitectura Suprematista y Constructivista. (1978-1987)
Poco después de terminar la carrera, en 1978, Zaha Hadid comenzó a trabajar con sus antiguos profesores Rem Koolhaas y Elia Zenghelis, incorporándose al Estudio OMA (Office of Metropolitan Architecture), donde apenas permaneció seis meses, pues su personalidad no encajó totalmente con la de Rem Koolhaas en cuanto al desarrollo de la colaboración profesional, ya que en el fondo eran muy parecidas. Durante el tiempo que estuvo en OMA sentía que su carrera iba por caminos distintos a los de sus socios y pronto tuvo deseos de trabajar de forma diferente. El único proyecto que Zaha Hadid realizó con OMA fue el edificio del Parlamento Holandés en La Haya, en el que colaboró con Peter Rice, un ingeniero irlandés creativo que le ayudará a plantearse la redacción de planes estratégicos en los proyectos y que le dará soporte técnico a sus primeras obras, para muchos imposibles de construir. Peter Rice, que había trabajado para la firma Ove Arup (para la que había calculado en 1958 la compleja estructura de la Ópera de Sidney del arquitecto Jorn Utzon), enseñó a Zaha Hadid a creer en sus edificios y a confiar en que las ideas casi siempre se podían llevar a cabo. Además, le enseñó a gestionar el tiempo y los recursos, y colaboró con ella en casi todos los proyectos y concursos hasta su fallecimiento en 1992. Peter Rice, que además de ser un brillante ingeniero, fue un gran amigo, le presentó a la ingeniera Jane Wernick, también de la firma Ove Arup, la cual comenzó a trabajar con Zaha Hadid en 1991, convirtiéndose en su calculista desde entonces hasta los proyectos más recientes. La arquitecta iraquí de esta forma previó en todos los diseños el funcionamiento de la estructura portante, sin caer en la torpeza de crear las formas de un edificio para buscar después una solución estructural que lo sostenga. En sus proyectos, la estructura es parte integral de la idea, en la que se confrontan desde el principio los problemas estructurales y los sistemáticos.
CLUB THE PEAK. KOWLOON, HONG KONG
En 1980 Zaha Hadid decide trabajar por su cuenta, sin oficina, dando a la vez clases en la Architectural Association (AA), y participando en concursos con la ayuda de los alumnos. Comenzó entonces a estudiar a fondo la arquitectura de la Revolución Rusa, la de las vanguardias constructivistas, y la obra de sus más destacados representantes, entre los que destacan Malevich, Tatlin, Popova y El Lissitzky. Su primer proyecto completo es una casa para su hermano en Londres, tras lo que decidió no volver a trabajar para la familia. Después se presenta al concurso para proyectar la casa del Primer Ministro irlandés, experimentando con la idea de explosión y fragmentación, siendo invitada por entonces a las más prestigiosas universidades americanas, como Harvard, Chicago y Yale, para impartir conferencias.
En 1982 obtiene la medalla de oro de la Revista Architectural Design, por las reformas de un dúplex en la selecta Eaton Place de Londres. Ese mismo año el Club The Peak, de Hong Kong, anuncia un concurso internacional para su nueva sede deportiva, en el que se inscribe y presenta un proyecto radical, inicialmente rechazado y posteriormente rescatado por el valor de las pinturas que presenta, obteniendo el primer premio, lo que le dará cierta fama. La cesión de Hong Kong a China impidió que la promotora continuara con el proyecto, pues la empresa quebró. Los dibujos de The Peak fueron los primeros que tuvieron en cuenta las diferentes escalas del globo, de forma que en ellos el paisaje actuaba como verdadero telón de fondo. Estos dibujos dieron a conocer a Zaha Hadid en el mundo entero, sorprendiendo en todos los ámbitos por la singularidad de sus formas y la precisión de sus pinturas y dibujos.
EDIFICIO DE VIVIENDAS IBA BERLÍN. FOTO: CHRISTIAN RICHTERS
En general las pinturas que elaboraba para definir sus proyectos no eran meras ilustraciones, sino abstracciones de las ideas de su arquitectura, formadas por una sucesión acumulativa de capas, cada una de ellas con su propia información. Son pinturas que incluían muchos registros, y que al leerse en conjunto creaban una semántica ilustradora de una historia, la del proyecto. Cada pintura requería un proceso que comenzaba por construir una paleta de color, donde se estudiaban las cualidades que la luz y las transparencias aportan a los bocetos, y finalmente se decidían los materiales. Para la elaboración de estas pinturas, primero se esbozaban en formato muy pequeño y después se representaban a gran tamaño. A partir de ellas explicaba a sus colaboradores como quería que fuera realizado el trabajo definitivo. Los dibujos grandes requerían un largo periodo, al estar constituidos por varios bocetos configurados desde distintos puntos de vista.
Para la realización de los dibujos/pinturas de esta época, en ningún momento Zaha Hadid utilizó el ordenador (ni en toda su trayectoria profesional), a pesar de la complejidad que mostraban y de estar realizados por capas. Ella nunca creyó que los ordenadores sean herramientas útiles en el proceso de ideación, y pensaba que la mano del creador es siempre más ágil que la máquina. Para alcanzar sus ideas acostumbraba utilizar abundantes maquetas de trabajo, que fueron determinantes en la elaboración de los modelos finales. Para desarrollar los proyectos utilizaba dibujos convencionales, que obviamente sus colaboradores realizaban con ordenador, procurando en muchos casos recoger las líneas auxiliares, que habían servido para la definición de las ideas en los bocetos, y que conducían a la idea final de la arquitectura de cada edificio.
ESTACIÓN DE BOMBEROS DE VITRA. WELL AM RHEIN, ALEMANIA
FOTO: CHRISTIAN RICHTERS, ARCAID-RICHARD BRYANT PAUL WARCHOL,
ZIMMERMAN
ÓPERA EN LA BAHÍA DE CARDIFF. GALES, REINO UNIDO.
FOTO: EDWARD WOODMAN
El encargo del proyecto de The Peak le permitió abrir su propia oficina en la zona Este de Londres, creando la firma Zaha Hadid Architecture. Este hecho cambió su vida, pues hasta entonces trabajaba cómodamente, y el hecho de tener que llevar adelante una empresa supuso para ella una enorme carga, aunque esta oficina se acercó siempre más a la idea de un estudio, en el que poder experimentar libremente sus ideas. Esta nueva estructura le permitió ganar diversos concursos, sin que ninguno de los proyectos premiados se llegara a construir, razón por la que de forma irónica Zaha Hadid fue denominada con el calificativo de “arquitecta de papel”, insinuando con esta afirmación que sus proyectos eran irrealizables y que estaban destinados exclusivamente a ser expuestos en museos y exposiciones.
En 1986, a finales de este primer período de su obra arquitectónica, la empresa pública del gobierno alemán Degewo, por entonces regentada por el arquitecto Josef Paul Kleihues, le encargó la redacción del proyecto de un Edificio de Viviendas Sociales y Locales Comerciales en Berlín. Simultáneamente realizó otras contrataciones con otros muchos arquitectos de prestigio internacional para desarrollar el programa IBA, que se llevó a cabo en los años ochenta en esta ciudad. Esta espléndida obra fue terminada en 1993, y en ella pudieron observarse muchas de las formas que más tarde serían parte esencial de su lenguaje formal y arquitectónico.
Segunda Etapa: Inicios de la arquitectura De-constructivista. (1988-1999)
En 1988 se incorporan a su estudio cinco nuevos colaboradores, entre los que destaca Patrick Schumacher, estudiante de arquitectura que se graduó dos años después en Stuttgart, y que llegó a convertirse en un apoyo fundamental, socio y colaborador inseparable, en el desarrollo de la obra de Zaha Hadid. Este mismo año el arquitecto Philip Johnson organizó, junto con Mark Wigley, una exposición en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de New York, que denominó “Arquitectura De-constructiva”, con la aportación de los trabajos recientes de los arquitectos Frank Gehry, Daniel Libeskind, Rem Koolhaas, Peter Eisenman, Coop Himmelblau, Bernard Tschumi y Zaha Hadid. Esta muestra recogió ideas comunes en torno a la fragmentación, el proceso de diseño no lineal, la renuncia a la geometría euclídea y la negación de los condicionantes de la estructura o del revestimiento, pudiéndose observar que los proyectos expuestos estaban relacionados entre sí por una sensibilidad diferente, en la que el sueño de la forma pura había sido perturbado. Algunos críticos y profesionales asociaron esta forma de hacer con el llamado de-constructivismo, inspirado en las ideas de los constructivistas rusos y en los ensayos del filósofo francés Jacques Derrida, aunque en realidad trataban de dar respuesta al rigor impuesto por el Movimiento Moderno, que estaba intentando explorar en su potencial oculto sin encontrar respuestas suficientes, y todo ello sin buscar etiquetas concretas.
PHAENO SCIENCE CENTER. WOLFSBURG, ALEMANIA
En 1990, Rolf Fehlbaum, directivo de Vitra, le proporciona a Zaha Hadid la gran oportunidad de construir en Alemania, desarrollando el proyecto de la Estación de Bomberos para la Fábrica de Muebles de esta firma en Weil am Rheim, ocasión que aprovechó trabajando intensamente en este edificio de 850 metros cuadrados, y que terminó en 1993. Esta obra fue reconocida inmediatamente como uno de los grandes edificios del siglo XX, en cuya valoración los medios de comunicación destacaron que se trataba de la obra de una mujer arquitecto temperamental, lo que fortaleció aún más el carácter de la iraquí. Este proyecto es consecuencia de la arquitectura de carácter volumétrico formado por planos en diferentes posiciones, que desarrolló en una época de transmisión desplegada en los últimos años de la década de los ochenta, y que puede asimismo observarse en los proyectos para el Edificio de Oficinas de la Kurfürstendamm (Berlín, 1986), en el Edificio Residencial Tomigaya (Tokio, 1987) y en el Conjunto Zolhof Media Park (Düsseldorf, 1989). Esta serie de obras culmina en la Central de Bomberos de Vitra, donde propone una transformación del espacio mediante capas que organizan volúmenes, en lugar de utilizar capas para configurar planos, entendiéndose el proyecto como un proceso gráfico de definición de los componentes que integra finalmente el arquitecto.
PISTA DE SALTOS DE ESQUÍ EN BERGISEL. INNSBRUCK, AUSTRIA.
FOTO: HISAO SUZUKI
Entre 1990 y 1992 Zaha Hadid realizó decenas de dibujos y pinturas de grandes dimensiones para el proyecto de la Estación de Bomberos de Vitra, que apenas contaba con ochocientos cincuenta metros cuadrados construidos, y para el que trazó una enorme cantidad de bocetos con el fin de comprobar las diversas visiones y percepciones de la idea arquitectónica. Cada uno de ellos se centraba en un aspecto diferente y permitía comprobar si el diseño funcionaba en cada uno de los aspectos que ofrecía el proyecto. En este sentido, cabe destacar que, cuando Zaha Hadid pensaba en cómo resolver un edificio, solía comenzar a pensar de inmediato en otro, lo que reconocía como una forma algo extraña de trabajar, pero que a ella le resultaba excitante. De este modo, todos los diseños terminaban relacionándose entre sí, llegando a tener algo en común esta obra con otros proyectos de estaciones, cada una de ellos diferenciados, pero todos unidos por las pautas comunes de las formas curvilíneas y el color verdoso del vidrio termo-formado, como puede observarse en el proyecto de la Estación de Tren de Hungerberg (Innsbruck, 2004).
En 1994 le adjudicaron el primer premio del Concurso de la Ópera de Cardiff, en Gales, que sería el siguiente hito en su carrera. Los patrocinadores de la construcción del edificio rechazaron el proyecto y solicitaron una segunda valoración que, de nuevo, daría por ganadora su propuesta. Tras una fuerte polémica, la Comisión del Milenio desecha la idea alegando que es demasiado radical para los gustos galeses. El proyecto quedará finalmente en el papel, a pesar del decidido apoyo del prestigioso arquitecto británico Richard Rogers, que encabezó una campaña en su defensa, demostrando sincera admiración y ética profesional. Un año antes había sido cancelado el proyecto del Centro de Arte de Düsseldorf, que había ganado en 1989. Fue entonces cuando Zaha Hadid estuvo a punto de renunciar a la arquitectura. Años después reconocería que el fallido concurso de Cardiff le enseñó los métodos que en el futuro debería utilizar para convencer a un cliente de que aceptara sus diseños y construyera sus edificios. Tras el proyecto de Cardiff realizó propuestas sugerentes como el Puente habitable sobre el Río Támesis (Londres, 1996) y el proyecto del Nuevo Campus del Instituto Tecnológico de Illinois, (Chicago, 1998).
Sin embargo, en este período, en el que realizó múltiples propuestas de diversa naturaleza a través de concursos y encargos profesionales, tuvo tan solo la oportunidad de realizar el Pabellón Blueprint, presentado en la Feria Interbuild (Birminghan, 1995) y el Edificio Land Formation – One (Weil am Rheim, Alemania, 1997-1999). En 1997, en Estados Unidos, tendrá la oportunidad de construir un gran edificio, el Centro Rosenthal de Arte Contemporáneo de Cincinnati, para el que se había convocado un concurso, del que resultó ganadora. La Fundación, entusiasmada con el proyecto, dio instrucciones para su construcción.
Entre los años 1988 y 1989 el estudio Zaha Hadid Architects gana otros dos concursos, que le permiten proyectar sendos edificios de envergadura como son el Museo de las Artes del Siglo XXI MAXXI de Roma, el Centro de Ciencias Phaeno de Wolfsburg en Alemania y la Torre de Salto de Esquí Bergisel, en Austria. Su prestigio en Europa y en Estados Unidos es creciente, y en el año 2000 Zaha Hadid se convierte en la arquitecta favorita de los estudiantes y de las mujeres que ya han obtenido el título. Entre 1994 y 2003 recibirá encargos además de en Europa, Estados Unidos, China y Japón, pero no de Gran Bretaña, donde reside, a pesar de recibir el nombramiento en el año 2002 de Comendadora de la Orden del Imperio Británico.
Tercera Época: Consolidación de la Arquitectura De-constructivista. (2000-2008)
A partir del año 2000, Zaha Hadid trata de conseguir los espacios fluidos a partir de juegos complejos de yuxtaposiciones y superposiciones de formas y vacíos. Ella misma define sus trabajos como “geometría fragmentada” y “movilidad fluida”, conceptos que según ella conviven con una “fluida organización del esquema” del edificio. Desde este entendimiento del espacio manifiesta un deseo constante de cuestionar la planta ortogonal tradicional, para definir los conceptos de espacio y de tiempo en torno a la estructura. En este sentido, considera que hablar de movimiento o de energía en relación a la arquitectura suscita dudas, pues los edificios difícilmente expresan estas cualidades, y por ello es por lo que trata de buscar la movilidad y la fluidez de los espacios arquitectónicos, calculando la percepción del espectador y su relación con el entorno. Su instalación de hielo y nieve para el Snow de Finlandia de 2004 se identifica con estas premisas.
CENTRO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE ROMA. ROMA, ITALIA
FOTO: EDWARD WOODMAN, DAVID GRANDORGE, HISAO SUZUKI
Las propuestas presentadas a finales del anterior período en los concursos del Museo MAXXI o del Campus del Instituto Tecnológico de Illinois, fueron concebidas desde el concepto de la fluidez, dejando el color paso a la transparencia y a los sólidos, así como a las relaciones entre ambos. Es por esto por lo cual, a partir del dibujo, se aleja la arquitectura fluida de la geometría no euclidiana y tiende a la abstracción, a la geología y a la arqueología, incluyendo otros conceptos relacionados con la inserción en la trama urbana y la transparencia de los tejidos (desde la morfología orgánica, las células y la biología). Cuando se le pregunta a Zaha Hadid por qué casi nunca hay líneas rectas en su trabajo, ella responde que la vida no está hecha sobre una cuadrícula, y los paisajes naturales tampoco. Si los paisajes no tienen líneas rectas y son relajantes para las personas, lo mismo debería ocurrir con los edificios públicos, en los que el movimiento entre espacios permite percibir diferentes paisajes interiores. Los espacios públicos y los museos son lugares apropiados para la manifestación del movimiento fluido en el espacio que preconiza esta arquitecta, de lo que son excelentes ejemplos los Centros del Arte Contemporáneo de Cincinnati y el Centro de las Ciencias Phaeno de Wolfsburg, ambos de 2005, que se adelantaron a las propuestas no consumadas para la ampliación del Museo Reina Sofía o del Museo de las Colecciones Reales de Madrid, ambos de 1999, o para el Museo de Arte de Graz de 2000 y la Biblioteca de Quebec en Montreal de 2001, que igualmente se quedaron en proyectos.
FACHADA ESTE DEL CENTRO ROSENTHAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO.
CINCINNATI, OHIO, EEUU. FOTO: EDWARD WOODMAN, DAVID GRANDORGE,
HISAO SUZUKI
Zaha Hadid pertenece a una tradición de pensamiento distinta, menos racional y más emocional e intuitiva, que suma racionalismo y experiencia, lógica e intuición. Afirma que, si a determinadas personas le gustan los paisajes externos, subir montañas, caminar por desiertos, bucear en mares profundos, se debería intentar recrear espacios semejantes mediante la arquitectura. Tratar de aportar experiencias extraordinarias y diferentes a los usuarios, en espacios únicos, con independencia de su situación y uso, ya sea en salas de conciertos, en bibliotecas o en museos. La arquitectura no se reduce solo al hecho edificatorio, también es experimentación radical, circunstancia que no resta a sus proyectos la voluntad de ser construidos. El espacio público, para la cultura moderna de masas, es el protagonista de su arquitectura, en la que las formas evolucionan y cambian mediante el diseño. Aunque hable muy poco sobre la teoría de las obras que realiza, en Zaha Hadid puede observarse una cierta obsesión por las diversas geometrías de la arquitectura islámica, que definen objetos precisos. En la arquitectura actual es frecuente encontrar edificios generados por diagramas funcionales que después tratan de construirse, en los que el diseño queda limitado por las posibilidades de llevar a cabo su construcción. Este planteamiento no le interesa, no quiere limitaciones al diseño, por lo que el uso de los diagramas se limita a la definición de los flujos de movimiento de los espacios, como se muestra en los edificios de la Central de BMW de Leipzig o del Museo MAXXI de Roma, terminados en 2005 y 2009 respectivamente.
GUANGZHOU OPERA HOUSE. VISTA HACIA EL VESTIBULO MULTIFUNCIONAL DE LA ÓPERA (A LA IZQUIERDA).GUANGZHOU, CHINA. FOTO: Y. FUTAGAWA
En los primeros años del nuevo siglo trabajó simultáneamente en la construcción de diversos proyectos, tales como la Torre-Trampolín de Saltos de Esquí de Bergisel, (Innsbruck, Austria, 1999-2002), el Puente Sheik Zhayed, (Abu-Dhabi, 1997-2011), la Terminal Marítima (Salerno, Italia, 2000-2016) y La Terminal de Transporte de Hoenheim-Nord (Estrasburgo, Francia, 1998-2001), por la que en 2003 recibirá en Barcelona el Premio Mies Van der Rohe. Un año más tarde, en 2004, recibe el Premio Pritzker de Arquitectura, que concede la Fundación Hyatt, en una ceremonia celebrada en el Museo Hermitage de San Petersburgo, convirtiéndose en la primera mujer que recibe tan preciado galardón y la única hasta que en 2010 lo recibe Kazuyo Sejima. En el acto de entrega es definida como una arquitecta sin miedo a abrir los caminos, que ella misma decide.
HEYDAR ALIYEV MERKEZI CULTURAL CENTER. BAKU, AZERBAIJAN
PORT HOUSE/ANTWERP PORT AUTHORITIES HQ. AMBERES, BÉLGICA
En este período se produce la transición entre la Zaha Hadid visionaria y la constructora, demostrando que en ambos casos permanece intacta su forma de enfrentarse a la arquitectura, realizando proyectos y obras de gran importancia, como es la Casa de la Opera (Guangzhou, China, 2003-2008), la Torre Zhivopisvaya (Moscú, Rusia, 2004), el Museo de Glasgow (Bahía de Glasgow, Escocia, 2004-2011), el Pabellón Puente de Zaragoza (Expo 2008, España, 2005-2008), el Centro Acuático de Londres (2005-2011), La Torre Espiral (Diagonal de Barcelona, 2006-2009), el Edificio de la Bolsa (Dubai, Emiratos Árabes Unidos), el Centro de Exposiciones de Moscú, y el Centro Cultural Haydar Aliyes Merkezg (Bakun, Azerbaiyán), todos ellos proyectados en 2007. A todos ello hay que sumar la Torre de Oficinas de Dubai (2007-2010), el Pabellón Chanel para Exposiciones, que fue instalado en diversas ciudades entre 2007 y 2011, la Torre de Innovación de la Universidad Politécnica de Hong-Kong (2007-2011) y la Plaza y el Parque Dougdaehun (Seúl, Corea, 2007-2014) entre otros, en un periodo realmente fructífero que situó a Zaha Hadid en primera línea de la arquitectura mundial.
DUBAI BUSINESS BAY-SIGNATURE TOWERS. DUBAI, EMIRATOS ÁRABES
Cuarta Época: Parametricismo Arquitectónico. (2009-2016)
Los mecanismos conceptuales utilizados por Zaha Hadid para la redacción de los proyectos en la última década, confluyen en la idea de crear un estilo de arquitectura propia. En el año 2008 lanza el concepto de “parametricismo”, un nuevo paradigma en el que todos los elementos arquitectónicos son paramétricamente maleables, de manera que es posible adaptar unos a otros individualmente, y todos juntos al entorno, mediante un guion de correlaciones que pueden representarse con las técnicas avanzadas del dibujo asistido por ordenador. Los parámetros que definen los espacios están basados en el estudio preciso de flujos y movimientos previstos. Esto intensifica las relaciones internas y externas del edificio con su contexto. En la arquitectura paramétrica se utilizan entidades geométricas maleables, polilíneas, manchas o tejidos, a diferencia de la arquitectura del Movimiento Moderno, que parte de formas geométricas limpias, con cuadrados, círculos, cubos, cilindros y esferas. Zaha Hadid ha defendido que el parametricismo es un conjunto de ideas, y conceptos que está abiertamente decidido a suceder al Movimiento Moderno como estilo. La arquitectura paramétrica es capaz de crear la innovación arquitectónica necesaria para que el espacio se adapte a los desafíos del siglo XXI. El parametricismo puede incorporarse a todas las facetas de la arquitectura, desde el urbanismo a la construcción, desde el diseño de espacios interiores al mobiliario y los objetos.
DONGDAEMUN DESIGN PLAZA. SEÚL, COREA.
FOTO: KATSUMASA TANAKA
En la Bienal de Venecia de 2008, Patrick Schumacher, director de Zaha Hadid Architects, presentó el documento “Manifiesto Parametricista-Parametricismo como Estilo”, en el que anuncia los dogmas de su propuesta, afirmando que todas las formas tienen que ser suaves, los sistemas deben de ser diferenciados e interdependientes, todas las funciones escenarios paramétricos activos y todas las actividades tienen que comunicarse entre sí. Tras la crisis del Movimiento Moderno, durante más de 25 años se ha estado buscando un nuevo cambio; el “posmodernismo” y el “de-constructivismo” han de entenderse como fenómenos transitorios. Para la arquitecta y matemática iraquí, la respuesta de esta búsqueda, actualmente, es el parametricismo, y está decidida a desarrollar al máximo este concepto a través de sus investigaciones y de su obra.
DANJIANG BRIDGE. UN MÁSTIL ESTRUCTURAL DE HORMIGÓN EN EL QUE SE APOYA UN TABLERO
DE 920 M. CON CARRILES DE TRÁFICO RODADO Y PEATONAL. TAIPEI. TAIWAN
De este Manifiesto Parametricista de Patrick Schumacher, que recoge la teoría de la elegancia, Zaha Hadid se planteó la aplicación de esta teoría como objetivo subyacente para desarrollar de forma innovadora toda la obra de su despacho, haciéndolo a partir de la observación del hecho de que los encargos de la arquitectura contemporánea están cada vez más marcados por la exigencia de organizar proyectos pragmáticos cada vez más complejos y simultáneos dentro de contextos urbanos cada vez más difíciles. Esto obliga a reflexionar y a afirmar que tan solo la elegancia permite anudar una complejidad visual, gracias a la integración de múltiples elementos en un sistema formal y espacial coherente y continuo.
En general, el reto que plantea está teoría es encontrar modos de composición capaces de articular disposiciones y relaciones complejas sin perder legibilidad y capacidad para orientar a los usuarios. La elegancia, tal como se define en este manifiesto, es la capacidad de articular procesos vitales complejos de un modo capaz de mantener la comprensión general, la legibilidad y la orientación continua dentro de la composición general del proyecto.
En este período los proyectos de Zaha Hadid son concebidos de forma menos artesanal, aunque siempre partan de bocetos y pequeñas pinturas, apoyándose en gran medida en la informática, para conseguir que las nuevas tecnologías hagan posibles las ideas y conseguir que los espacios fluyan como sistemas naturales ramificados. Su obra se encuentra en este momento en la frontera entre la arquitectura, el arte y el diseño, una confusión que no siempre quedó resuelta, ya que el proceso productivo de la obra de Zaha Hadid está siempre en constante evolución. Patrick Schumacher afirma que en la obra de la arquitecta iraquí se encuentra el potencial único de un nuevo estilo, lo que es ciertamente pretencioso, aunque no exento de realidad. En todo caso, podemos afirmar que la aventura de Zaha Hadid es admirable. Su arquitectura y diseño es diferente al que siempre hemos conocido. Pero su concepto de la arquitectura se ha podido desarrollar gracias a la realidad de otra revolución, la del diseño asistido por ordenador, de forma que apoyándose en los más avanzados programas informáticos se han podido expresar formal y técnicamente las ideas recogidas en sus proyectos. Zaha Hadid, en este último período de su obra y de su vida, ha liberado a la arquitectura de sus ataduras ancestrales, determinando que nunca volverá a ser igual.
GALAXY SOHO. VISTA HACIA ARRIBA: LOS VOLÚMENES ESTÁN
CONECTADOS POR PUENTES. BEIJING, CHINA. FOTO: K. TANAKA
Esta época, la última de su vida, es la más gloriosa de su vida profesional, alcanzando un prestigio internacional que nadie cuestiona, siendo considerada como una de las más relevantes figuras de la arquitectura de su tiempo. En ella termina los edificios del Centro del Colegio de San Antonio, el Edificio de Oficinas en Dubai, (2010), la Torre de Innovación de la Universidad Politécnica de Hong-Kong (2011), el Museo de Arte Eli y Edythe Borad, en East Lausing, Michigan (2012), y el Parque y la Plaza Dougdaehun, en Seúl (2014) entre otros. Junto a estos también cabe destacar los proyectos y obras del Edificio Galaxy Soho en Pekín, (2008-2012), el Pabellón de Egipto en la Expo 2012 de Shanghai (2009-2010), la Galería Serpentine Jackler en Londres (2009-2013), el Edificio de la Autoridad Portuaria del Puerto de Antwerp, (Bélgica, 2010-2015) y el Puente Danjiang, en Taipéi (Taiwan (2015-2017). También en este período proyecta el Edificio Honggiao Soho de Shanghai, (2010), la Torre del Centro de Artes Price, en Bartlegville (Oklahoma, 2012), la Torre del Hotel de la Ciudad de los Sueños, en Cotai, (Macao, 2013) y la Sede Central de la Compañía Bee’ah, en Sharjah (Emiratos Árabes Unidos, 2014) entre otros muchos trabajos que se encontraban en desarrollo en el momento de su fallecimiento.
La última obra terminada publicada, poco antes de su fallecimiento, fue la Sede Portuaria de Amberes, en Bélgica, desarrollando, sobre una estación marítima de bomberos obsoleta y rehabilitada, un edificio nuevo para alojar los Servicios Centrales del segundo puerto más importante de Europa. Conforma el edificio una especie de buque de vidrio, que corta el aire levitando sobre la pieza histórica que conserva.
El último reconocimiento recibido, poco antes de su muerte, es la Medalla de Oro del RIBA, galardón de gran prestigio.
La Obra de Zaha Hadid en España
Con independencia de la estructuración de la obra de esta gran arquitecta, que hemos expuesto por períodos, vamos a describir de forma global las distintas actuaciones realizadas por Zaha Hadid en España, limitadas respecto de la amplitud del conjunto de su obra, pero que reflejan asimismo, en alguna medida, su trayectoria profesional.
Entre los muchos proyectos de Zaha Hadid que quedaron en papel se encuentran las propuestas que realizó al participar en los concursos internacionales convocados por el gobierno español en 1999, para la Ampliación del Museo Reina Sofía y para el Museo de las Colecciones Reales, ambos en Madrid, y más tarde, en 2010, para el Museo Toletum Visigodo en Toledo.
También ha realizado proyectos de planeamiento urbanísticos y de edificación igualmente no construidos, tales como los Master Plan de las barriadas de Zorrozaure, en 2003, y Olabeaga, en 2005, ambas en Bilbao; el Urban Planning de la Sede Central del Nuevo Eusko-Tren en Durango (Vizcaya, 2004); la Sede de los Juzgados de lo Civil en el Campus de la Justicia (Madrid, 2007); la Torre de Oficinas Urvasco-BBK (Vitoria, 2007), y la Sede Social de la entidad BBK igualmente en Vitoria, también en 2009.
Por último, vamos a enumerar las obras realizadas en nuestro país, que tuvo su primera ejecución en la Planta Primera del Hotel Puerta de América en Madrid, (proyectada en 2003 y construida en 2005), continuando con el Pabellón-Puente de la Expo de 2008 en Zaragoza, que es sin lugar a dudas su obra más significativa en España. Además, tenemos en nuestro país el Edificio Torre Espiral o Edificio Campus en la Diagonal del Mar en Barcelona (2006-2012); la Biblioteca de la Universidad de Sevilla (2006-2008), y el Modelo Expositivo de las Bodegas López de Heredia, implantado en estas bodegas, en Haro, La Rioja (2008).
PABELLÓN-PUENTE PARA LA EXPO ZARAGOZA-2008. ZARAGOZA. ESPAÑA
El conjunto de estas obras constituye un repertorio interesante, que nos permite acercarnos al entendimiento de la obra de Zaha Hadid, y nos permite alcanzar un cierto conocimiento no solo de su arquitectura, sino también en alguna medida de la arquitectura contemporánea ejecutada en España.
Comentario final
Para Zaha Hadid el objetivo de su arquitectura era proporcionar placer, sin importar el tamaño del espacio que pudiera producir estas sensaciones placenteras. Valoró los pequeños detalles y el uso de la luz en el espacio. Para ella el lujo no tenía nada que ver con el precio de las cosas, valorando más la calidad espacial que sus dimensiones, razón por la que no le interesó utilizar materiales caros, sino el “cómo” había de emplearse el material y “cómo” mantener firmemente la idea que generó el edificio. Estas convicciones las tuvo claras desde sus primeros proyectos, pues en el malogrado proyecto para la Ópera de Cardiff pudo observar cómo se plantearon serias dudas en algunos que no entendían como se había proyectado un teatro de la ópera sin mármoles ni elementos dorados.
El enorme esfuerzo y el trabajo constante condujo a Zaha Hadid a las cimas más altas de la profesión, pudiéndose observar que cada nuevo proyecto suyo era más audaz que el anterior y su originalidad parecería no tener fin. Zaha Hadid ganó competición tras competición, utilizando los concursos de arquitectura como auténticos laboratorios de experimentación. Las pinturas y dibujos que realizó durante el proceso de diseño, sobre todo al principio de su carrera profesional, eran elaborados como instrumento de investigación, constituyendo obras artísticas de gran interés, que después fueron expuestos en las salas del Museo de Guggenheim de Nueva York en 1978, en las del GA-Gallery de Tokio en 1985, en las del MOMA de Nueva York en 1988 y en las del Museo de Arte Moderno de San Francisco en 1997. Las colecciones permanentes del MOMA y de los museos de Arte Moderno de San Francisco y de Arquitectura de Frankfurt incluyen varias pinturas de Zaha Hadid, reconocidas como auténticas obras de arte contemporáneo. Sus trabajos de búsqueda de una estética visionaria, además de la arquitectura, abarca desde el planeamiento urbano hasta productos comerciales de interiores y mobiliario. Ha diseñado muebles para VITRA, el coche de tres ruedas Z-car, joyas, un bolso para Louis Vuitton y una colección de calzado para Lacoste, lo que procede sin lugar a dudas de sus investigaciones en arquitectura. En 2008 fue incluida en la revista Forges en la lista de las mujeres más influyentes del mundo y en 2010 la Revista TIME la incluyó entre los cien personajes del año en el grupo de los pensadores. Por entonces, en agosto de 2010, fue seleccionada por el Gobierno de Iraq para la construcción de su nueva sede del Banco Central de Iraq, en Bagdad, dos meses después de la destrucción del edificio por un ataque terrorista, lo que le permitió regresar a su ciudad natal que no visitaba desde 1981, y fue la forma de que Iraq tuviera un edificio suyo.
EDIFICIO CAMPUS. DIAGONAL MAR; BARCELONA, ESPAÑA
SEDE CENTRAL DE EUSKOTREN. DURANGO, ESPAÑA
Zaha Hadid consideró imprescindible el conocimiento de la obra de Mies Van der Rohe, de Erich Mendelsohn y de Le Corbusier, y estuvo interesada también en la obra de Herzog & de Meuron, de Frank Gehry y de los japoneses Tadao Ando, Fujimiko Maki y Arata Isozaki, profesando gran admiración por los brasileños Oscar Niemeyer y Lucio Costa, y por el mexicano Luis Barragán. Fue tremendamente admirada por las jóvenes generaciones de arquitectos y su presencia en los foros universitarios siempre creó expectación. Su labor docente en todo el mundo ha sido constante desde que Alvine Boyarski en 1980, y tras graduarse en la Architectural Association, pidió a Zaha Hadid que enseñase junto a sus antiguos profesores Rem Koolhaas y Elia Zenghelis, a los que sucedió como Unit Master hasta 1987. Posteriormente ha ocupado la cátedra Kenzo Tange de Harvard, la Cátedra Sullivan de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chicago y la Cátedra Eero Saarinen de Diseño Arquitectónico de la Universidad de Yale. Desde 2001 fue Catedrática en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena y ha sido profesora invitada en las Universidades de Hamburgo, de Ohio y de Columbia en New York.
Zaha Hadid no miraba las revistas que se encontraban en su oficina y fuera de ella no quería hablar de su trabajo. No leía libros, solo periódicos, para estar informada por las noticias. En el tiempo libre conversaba con los amigos, para los que siempre intentaba sacar tiempo. Le interesaba el cine y la música clásica, la ópera y el ballet. No sabía cocinar y por ello comía siempre fuera de casa, donde no tenía cocina. A veces necesitaba de distracciones mecánicas, que no le hicieran pensar, pues no tenía paciencia, aunque se podía pasar horas pintando capas sobre capas en sus cuadros. No frecuentaba los clubs de arquitectos, ni navegaba con ellos por el Támesis. En sus viajes pasaba el día paseando acudiendo por la tarde al cine.
Z CAR II. LONDRES, REINO UNIDO
AQUA TABLE. LONDRES, REINO UNIDO
Zaha Hadid residió en el barrio londinense de Clerckenwell, muy cerca de su estudio. Sus interiores monocromáticos, de un blanco deslumbrante, subrayaban su figura, casi siempre vestida de negro. Detestaba la ropa “vintage”, los vaqueros y la indumentaria masculina, lo que le llevó a utilizar con frecuencia vestidos de forma convencional, o gruesas chaquetas de lana puestas al revés. En general no vistió la ropa en la forma prevista para ser utilizada. Le hubiera gustado haberse diseñado sus propias chaquetas, pero no tenía tiempo para ello, razón por la que durante años se vistió con telas, envolviéndose en ellas y atándolas con imperdibles, en operaciones que le costaban horas, tanto para vestirse como para desvestirse. En su fase de mayor ocupación profesional llevó trajes de Issey Miyake, su diseñador favorito.
Cuando salía de Londres, donde en el último período de su vida constituyó varias obras, hacía lo que realmente le gustaba, pues trabaja en cualquier lugar, celebrando interminables videoconferencias desde las habitaciones de los hoteles. Pasaba infinitas horas de vuelo en avión privado, porque como estrella, le exasperaban los vuelos en las líneas de aviación comercial, donde la gente le robaba su privacidad. Le gustaba celebrar sus escasas vacaciones en ciudades que le recordaban sus orígenes, como Estambul, Tánger o Marbella. Ha sacrificado su vida personal, aunque nunca pensó en casarse y tener familia. Zaha Hadid eligió una vida que no podía compaginar con ningún otro deseo. En ella todo era trabajo y amor apasionado por la arquitectura.
SEAMLESS COLLECTION. LONDRES, REINO UNIDO
En Londres, en los primeros períodos de su vida no construyó ningún proyecto, lo que atribuyó a ser árabe, pues pensaba que el machismo y el racismo continuaban imperando entre los dirigentes del planeta. De los hombres asegura, que en general no podían mantener la mirada fija en sus ojos y acaban mirando hacia la ventana. Después de residir 40 años en Londres, siempre pensó que los ingleses son bastante ”chovinistas” y algo misóginos, incapaces de pensar que una mujer, sobre todo árabe, pudiera pensar algo interesante. La sociedad inglesa, sin embargo, respeta la libertad y tolera a los excéntricos por completo, lo que permitió a Zaha Hadid ser escandalosa y extravagante, y realizar desde su oficina de Londres todo lo que quiso proponer. Fue definida por la prensa inglesa como “la diva de la arquitectura”, pues sus fuertes ideas terminaron por hacerse respetar. Zaha heredó de su padre el optimismo, se apasionaba fácilmente por todo y piensa que su obra maestra está todavía por llegar.
El fallecimiento de Zaha Hadid, sin lugar a dudas una de las importantes figuras de la arquitectura de finales del Siglo XX y principios del siglo XXI, y quizá la figura más original de la arquitectura de su tiempo, ha sido muy lamentado, pues ha truncado la evolución previsible de su espléndida y extremadamente singular obra arquitectónica. Obra que está llena de fracturas y ángulos agudos en su primera etapa, y que posteriormente dió paso a curvas ondulantes y zigzagueantes, para más adelante transformar las colisiones deconstructivas en flujos suaves, que llegaron a ser expresión de la condición líquida de una globalización, en la que Zaha Hadid participó con todo su talento hasta el punto de crear un universo propio difícilmente alcanzable.
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