Acto de Entrega de la Medalla de Honor 2017 al Instituto Cervantes

Por su defensa, propagación y enseñanza de la lengua española en todo el mundo, desde su creación en 1991 y especialmente a lo largo de 2017.

Solemne acto de entrega de la Medalla de Honor 2017
Recibe la Medalla Juan Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes

Fecha: Jueves, 24 de mayo de 2018, a las 13:00 horas
Lugar: Salón de los Espejos del Excmo. Ayuntamiento de Málaga


DISCURSO DE JOSÉ MANUEL CABRA DE LUNA PARA EL ACTO DE ENTREGA DE LA MEDALLA DE HONOR 2017 DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN TELMO AL INSTITUTO CERVANTES.

  1. ALCALDE
  2. DIRECTOR DEL INSTITUTO CERVANTES

SRAS. Y SRES. ACADÉMICAS Y ACADÉMICOS

SRES. PRESIDENTE Y PRESIDENTE DE HONOR DE LA ACADEMIA MALAGUEÑAS DE CIENCIAS

SRAS. Y SRES. CONCEJALAS Y CONCEJALES

SRAS. Y SRES. DIRECTORAS Y DIRECTORES DE CENTROS DE ENSEÑANZA DE ESPAÑOL EN MÁLAGA.

SEÑORAS Y SEÑORES

En 21 de marzo de 1991 se promulgó la Ley por la que se crea el Instituto Cervantes. Publicada en el B.O.E al día siguiente, fue una ley feliz, si es que esa calificación puede dársele a una norma legal. Nuestra mayor riqueza cultural, la lengua española, es desde entonces y gracias a la ingente labor del Instituto Cervantes más conocida, más hablada y España más querida.  

Precede a toda Ley la llamada “Exposición de motivos” y como su nombre bien indica en ella ha de contenerse el porqué de la ley, las razones por las que se crea la norma y qué se pretende al alumbrarla al mundo del derecho. El buen hacer jurídico aconseja que antes de abordar el estudio de cualquier texto legal leamos con atención su “Exposición de motivos”. La importancia de eso es algo que se aprende con los años y es que facilita mucho la comprensión global del texto, su razón de ser.

Por ello, me van ustedes a permitir que acuda a la “Exposición de motivos” de la Ley citada que, en su párrafo primero, dice así:

           “La presencia exterior permanente y activa es objetivo estratégico de los países más avanzados. La difusión del conocimiento de la lengua y la expansión e influencia de la cultura son instrumentos que permiten dar coherencia y sentido a la acción exterior del Estado, en especial de aquellos Estados de larga historia, lengua universal y vieja cultura. Cultura y lengua recogen los trazos más profundos de la propia identidad, reflejan una sensibilidad particular y rezuman una cierta concepción de la realidad, unitaria y plural a la vez.

Y, sigue diciendo la exposición de motivos:            

Los esfuerzos dedicados a su difusión y a la elevación de la calidad de ésta ayudan a perfilar y proyectar la imagen del país en el mundo, favorecen los intercambios, incluso los económicos y comerciales, y contribuyen a la construcción de un mundo basado en relaciones de comprensión y de conocimientos mutuos. 

España posee entre sus lenguas una de las más extendidas del mundo y atesora un acervo cultural de primerísima magnitud que hoy día es compartido por una gran comunidad cultural y lingüística, la comunidad hispana. 

Fin de la cita. El legislador sabía perfectamente lo que hacía y por qué lo hacía; sabía cuáles iban a ser las consecuencias de esta oportuna norma.

Parece que el Instituto Cervantes siempre estuvo aquí, siendo ello consecuencia de lo mucho que ha hecho desde su creación y de cómo ha sabido incardinarse en los más diversos y lejanos países y culturas. Pero lo cierto es que continúa siendo una institución joven si la comparamos con el British Council, la Alliance Francaise o el Goethe Institut; salvando todas las diferencias entre unos y otros.

Personalmente he tenido la posibilidad de visitar varias de sus sedes, recordando entre ellas la de Toulouse (ciudad con tantos ecos de España) o la de Nueva York, cuya antigua Casa de postas rehabilitada con verdadero mimo, nos fue enseñada por el inolvidable malagueño y compañero de Academia ya ido , Antonio Garrido Moraga, su Director a la sazón, y al que hoy quiero rendir emocionado recuerdo de admiración.

En todas las sedes que he visitado he podido apreciar el espíritu entusiasta de cuantos allí trabajaban. Latía en el ambiente de aquellas casas, un verdadero espíritu de amor al español y a lo español, en todas sus facetas y en su más rica diversidad. Todos eran conscientes de la altura de su tarea. Porque, Señor Director del Instituto Cervantes, una vacuna puede salvar vidas, una patente novedosa puede servir para desarrollar un motor menos contaminante, pero la enseñanza de una lengua universal, que hunde sus raíces en siglos lejanos, nos abrirá a toda una cultura y nos ensanchará el espíritu para siempre. Y eso por no hablar, como hace la propia Exposición de motivos de los intercambios de todo orden, incluidos los económicos y comerciales, que una lengua común propicia necesariamente.

Los datos de la presencia del español en el mundo son incuestionables. En Méjico lo hablan 121 millones de personas; en Estados Unidos son 50 millones; en España 47; en Colombia 46 y en Argentina 41, por solo citar los más significativos.

En Estados Unidos es la segunda lengua más utilizada en Facebook y Twiter; es el idioma más estudiado en todos los niveles de la enseñanza y entre los años 2000 y 2016 su uso en la red ha crecido un 1.400 %. Y algo de capital importancia: En 2060, el 28,6% de la población de los Estados Unidos será hispana.

El Instituto Cervantes es consciente del potencial del español, de la capacidad que tiene nuestra lengua para forjar y expandir la más auténtica imagen de España, este gran país que se enriquece con otras lenguas, de más reducido ámbito e incidencia, a las que el Instituto también presta la debida atención. Y por eso sus sedes están presentes en decenas de países y las capitales más importantes del planeta cuentan con una representación del mismo. El amor a España y a su cultura y con ello a las Bellas Artes, tienen en la lengua el mejor y más universal vehículo.

El pasado año, el Instituto celebró en nuestra ciudad, en la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo/Málaga, su Convención Anual y al acto inaugural acudieron Su Majestad la Reina Doña Letizia y cientos de representantes de las diferentes sedes repartidas por el mundo y que fueron recibidos por nuestro Alcalde y por el Director del Instituto Don Juan Manuel Bonet lo que supuso un importante hito en nuestra agenda cultural del año.

Por cierto que el Sr. Alcalde tuvo la gentileza de recibir a los diferentes directores de todas y cada una de las sedes del Instituto, nombrándolas una por una; lo cual no tendría mayor importancia que la deferencia si hubiese leído un listado de ellas, pero no fue así, sino que las citó de memoria. Creíamos que tenía la ciudad en la cabeza, pero resulta que no sólo eso sino que además le cabe el mapa político mundial.

Sr. Director del Instituto, esta Real Academia de Bellas Artes siempre consideró que la lengua era el más firme y común instrumento de cultura. Hasta la propia ciudad, a través de su Ayuntamiento, también lo estimó así pues hace casi cincuenta años dictó una Ordenanza “para la defensa de la dignidad y la corrección del idioma castellano en rótulos de nuestro término municipal”, cuidando la ortografía y la construcción sintáctica.

¿Para cuando en Málaga un Congreso mundial sobre la lengua española, bajo el impulso y amparo del Instituto Cervantes?

Transmitir esta bella y antigua lengua a través del mundo, enseñar el amor a España y el respeto a ella, a su cultura, y no solo al pueblo español sino a toda la comunidad hispana, es la titánica tarea que el Instituto Cervantes lleva a cabo con frutos extraordinarios. La Corporación que me honro en presidir ha querido reconocer esa labor y por ello, por unanimidad, le concedió la Medalla de Honor 2017 que ahora le entregamos. Muchas gracias por hacer tanto por España, por el español y por la cultura española.