Presentación del Cartel para la corrida picassiana 2025

Discurso de presentación del Cartel para la corrida picassiana 2025
José Manuel Cabra De Luna, Académico de Número y Presidente.

Sr. Presidente de la Diputación, Sr. Diputado Provincial, autoridades, señoras y señores académicos, señoras y señores, amigos todos: 

Esta es una sesión extraordinaria de la Academia de Bellas Artes.

Una sesión dedicada a un acto cultural, a un hecho que se incardina en la cultura española y que tiene unas raíces muy profundas en el mundo mediterráneo.

Hace aproximadamente 2.000 años antes de Cristo (o sea hace 4.000 años) tuvo lugar la cultura minoica. Entre las ruinas del Palacio de Knosos, en la actual Creta, se halla un ara o altar de sacrificios que tiene, con la esbeltez de una escultura contemporánea, forma de potentes cuernos de un toro.

El mito nos cuenta que en ese Palacio se hallaba el laberinto, mandado construir por el rey Minos para tener encerrado al Minotauro, que tuvo amores con su esposa Parsifae.

En ese mismo Palacio se encuentra un fresco, de 1.500 años antes de Cristo en la que se representan los primeros actos taurinos de que se tiene constancia, y donde un hombre salta por encima de un toro.

Picasso, gran aficionado al arte de torear, pintó en multitud de ocasiones la figura mítica del Minotauro. Son especialmente relevantes los grabados de la suite Vollard.

El minotauro, mitad toro, mitad hombre, es un mito. Nuestro toro de lidia es un milagro de la genética, un animal único que entronca con los orígenes más profundo de la cultura mediterránea. Por ello, podemos afirmar que pintar un cartel para una corrida de toros es hacer cultura de la cultura.

Grandes artistas lo han hecho a lo largo de la historia del toreo, desde Jean Cocteau a Manuel Salinas, pasando por nuestro contemporáneo Miquel Barceló.

El atrabiliario político y buen escritor José Bergamín, malagueño de origen, acude nada menos que a un verso del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz para titular una obra que dedica a Rafael de Paula: La música callada del toreo.

Arte y toreo han ido desde siempre de la mano, porque en el fondo son lo mismo. Gloria y tragedia, geometría que salta por encima de la noble y peligrosa embestida del toro.

Hoy nos convoca la obra de un significado miembro de nuestra Academia, Pablo Alonso Herráiz. Un pintor plenamente enraizado en su tierra y que ha recorrido por su profesión de profesor de arte otras tierras que fueron España y me refiero a Méjico, tan lejos en la geografía y tan cerca en su alma. Nuestra Academia, que es una Corporación de Derecho Público de ámbito provincial, se complace en presentar su obra y este presidente le cede la palabra al artista para que nos acerque a ella.

José Manuel Cabra De Luna, Académico de Número y Presidente.



Discurso de presentación del Cartel para la corrida picassiana 2025.
Pablo Alonso Herráiz, Académico de Número y autor del Cartel.

Sr. presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, Sr. presidente la Excma. Diputación Provincial de Málaga, Sr. Empresario de la Plaza de toros de Málaga. Sres. Académicos, Sra. Concejala de fiestas, Sr, Diputado de cultura, Sr. Saul Jiménez Fortes, toreros, aficionados, amigos.

Buenos días, gracias por tomarse el tiempo de venir a esta presentación. Estoy muy agradecido a todos por su presencia.

Quisiera en primer lugar agradecer a la Excma. Diputación Provincial de Málaga el encargo de este proyecto, que sin duda ha supuesto un gran reto y una ilusión añadida al desarrollo de mi obra. Encargo que combina y articula el cartel y la escenografía para la corrida picassiana del 19 de abril de este año. En especial quisiera agradecer al Director de asuntos taurinos; Sr. Borja Ortiz, que ha coordinado con gran entusiasmo todos los detalles desde el inicio hasta el día de hoy.

En segundo lugar, si me permiten, voy a proceder a explicar brevemente el trabajo que pueden ver a mi derecha.

Toda obra puede analizarse desde una perspectiva o enfoque iconográfico, es decir, descriptivo de la imagen y otro enfoque llamado iconológico, o lo que es lo mismo, de sentido, imprescindible para comprender el significado intrínseco, los valores simbólicos y dar respuesta al porqué del empleo de los diversos elementos ubicados en la obra, el porqué de su distribución, tamaño y peso sobre el cartel.

Es importante este punto; antes de entrar a describir la imagen; su autor la define como un hibrido cultural, como un entreverado cultural, no solo por el programa iconográfico empleado que entrecruza elementos de diferentes tiempos y culturas sino también por el complejo entretejido de categorías estéticas y  recursos plásticos empleados, que posteriormente mencionaremos.Desde el enfoque iconográfico-descriptivo, diremos que se trata de una pintura de 235 cm x 111 cm, soporte tabla, técnica; acrílico, esmalte al agua y rotuladores. Podemos observar en un primer plano y ocupando en una estructura en forma de aspa gran parte de la superficie pictórica a un torero con vestido caldero y oro, por su vestimenta y pose, entendemos que es el momento previo al paseíllo, en el patio de cuadrillas, ya que no mira al frente. Todo ello sobre un fondo azul matizado de pinceladas de ancha y larga trayectoria, trazo directo y espontáneo. En la parte superior izquierda de la imagen, una representación convencional (en términos iconográficos) de la virgen de Guadalupe mexicana rodeada de una mandorla de luz, erguida sobre una luna creciente y abajo a modo de pedestal un ángel con alas de águila, que la está presentando.     

A ambos lados de las piernas del torero distribuidos de forma ascendente y descendente respectivamente, los textos Fortes, Juan Ortega, Roca Rey y ganadería Álvaro Núñez, paralelo a la pierna izquierda del torero; a la derecha de la imagen; Corrida picassiana, 19 de abril, Málaga 2025 y 6 de la tarde.

Desde la óptica iconológica (de sentido o simbólica) el autor del cartel sustituye el color albero o cualquier otro tipo de fondo, de arquitectura o paisaje para dar protagonismo al azul, símbolo de la honda cultura del toro y la tauromaquia en los pueblos y culturas del Mediterráneo. El color azul aquí es el complejo y antiguo culto al toro. Es el azul ultramar que entrevera a dos continentes al que enlaza y con el que crea códigos comunes.

Las anchas pinceladas son símbolo de la dinámica de la vida y su autor entiende ese mar aquí como antiguo lugar para las ofrendas.

Probablemente su artífice haya querido expresar un estado emocional profundo y misterioso y con ello dar a entender que el toreo es un ejercicio de espiritualidad. Tal vez también enfatizar el factor religioso en la tauromaquia, el contexto místico y de “entrega” a la profesión que se aprecia en ese momento de recogimiento plasmado en el cartel.  Al mismo tiempo, subrayar esa cualidad trascendente que se impone en la tauromaquia. Un torero, el del cartel, en suma, penetrado por las fuerzas sagradas y que representa el ideal de hombre extraordinario. Un torero que está pintado en un tiempo-espacio sacralizado.

En síntesis, el lenguaje gestual, la emoción extrema, las pautas de comportamiento, son lo suficientemente claros como para entender que estamos en presencia de un contexto sagrado.

La guadalupana aquí ayuda a construir a la idea de que los toreros se apoyan en esa fuerza protectora para que esté siempre presente. Por otra parte, las flores diseñadas en el capote de paseo, nos remiten a esas flores del milagro de Juan Diego en el cerro del tepeyac. Es pues el capote de paseo, con la perdida de utilidad que presenta para torear, un símbolo de significado trascendente. Vemos en la imagen, como el capote lo protege, la virgen lo acompaña, perdiendo así toda dimensión profana. Anclado en ese mar azul se encuentra el torero; en este caso modelo tomado del limeño Andrés Roca Rey.

La pose elegida por su autor, tiene que ver con la firmeza ante las convicciones religiosas, una pose inquebrantable, estable y que proporciona con claridad la idea de la importancia del toro y la tauromaquia en la cultura española. También el giro de tres cuartos de la cabeza y la mirada representan un símbolo de la inteligencia del toreo y su profunda vocación.

El torero es representado aquí en ese instante previo al acontecimiento. Es un momento de preparación, de análisis, de estrategias, de oración, en suma. 

 Para terminar y retornando a la idea del hibrido cultural, en este cartel la presencia de la gráfica popular mexicana coadyuva poderosamente a la solución final de la obra, no solo en la solución tipográfica de modelo y trazado artesanal, que busca la máxima legibilidad, claridad, espontaneidad y simplicidad, sino también en la paleta, más bien diríamos en la estrategia, intención y viveza cromática, cercana a los carteles, anuncios de pequeños comercios mexicanos de todo tipo, rotulados a mano, fonditas, taquerías, tienditas de tamales, artesanías, abarrotes, fritangas, tortas y comidas en general. La familia tipografía empleada aquí es recuperada de estos contextos en México, adoptando esa espontaneidad y estética bicolor con sombreado extraída de esos lugares humildes y populares antes mencionados. Está presente de igual manera en la combinatoria entre el tipo de mensaje emitido y los recursos gráficos empleados. Conviene señalar igualmente que la dirección de los bloques de texto ayudan a subrayar esa idea del vinculo de lo celestial con lo terrenal.

En cuanto a la escenografía planteada para plaza de toros de Málaga, podemos adelantar lo siguiente; cartel y escenografía se proyectaron en paralelo, esto quiere decir que la intervención en la malagueta sigue en cierta forma la misma línea melódica del cartel salvando las distancias entre un soporte y otro y una intervención y la otra, el diseño para la plaza toma elementos abstractos de este cartel y quedará articulada en cuatro sectores en los que predominará, entre otras cosas, la intensidad cromática, esa estética de la gráfica popular mexicana y una sectorización rítmica de carácter orgánico, alternando ritmo simétrico y radial, sumando a esto un movimiento cíclico y vivaz de la formas diseñadas para este singular evento.

En síntesis; religiosidad en el toreo, inteligencia en el toreo y majestuosidad e historia en el toreo, establecen el marco conceptual de base sobre el que se ha elaborado esta obra.

Espero sea de su agrado,

Muchas gracias