TOMA DE POSESIÓN COMO PRESIDENTA DE LA ACADEMIA DE LA EXCMA. Dª ROSARIO CAMACHO MARTÍNEZ

ROSARIO CAMACHO MARTÍNEZ, TOMA DE POSESIÓN COMO NUEVA PRESIDENTA DE LA ACADEMIA
  • Acto de Toma de Posesión como  Presidenta de la Academia de Dª Rosario Camacho Martínez
  • Palabras  de despedida del Presidente Emérito de D. José Manuel Cabra de Luna
     
  • Salón de Actos de la Academia. Museo de Málaga. Palacio de la Aduana.
  • Jueves, 27 de marzo de 2025, 19.00 h.




PALABRAS DE DESPEDIDA DE D. JOSÉ MANUEL CABRA DE LUNA EN EL ACTO DE TOMA DE POSESIÓN DE ROSARIO CAMACHO COMO PRESIDENTA DE LA RABAST. 27 DE MARZO DE 2025.

Sr. Alcalde y otras autoridades.
Sras. y Sres. académicos.
Señoras y señores.

El 10 de abril de 2015, pronto harán diez años, en el Salón de Actos de la Sociedad Económica de Amigos del País, que nos fue cedido, como siempre gentil y generosamente por carecer nuestra Institución de espacio propio y en presencia de un nutrido grupo de académicos, Autoridades y amigos, tuve el honor de dictar el discurso de toma de posesión como presidente de esta Academia. Hoy, ya con sede propia y gracias a la benevolencia de todos ustedes y con la venia de nuestra presidenta, se me ha concedido el favor de decir unas palabras de despedida.

Transcurrido el tiempo de los dos mandatos a que me he presentado, me corresponde ahora decir adiós y lo haré de la misma forma a como lo hice al comienzo de aquellos. Reconociendo que la dirección y marcha de una Academia es necesariamente una tarea colectiva es justo nombrar, y con ello agradecer, a los que hemos hecho juntos el camino.

Este PROEMIO obligado me hace traer a colación los nombres de esos compañeros que, más próximos, me acompañaron en estos años que hoy concluyen: El primero a citar es sin duda el de la que anteriormente fue nuestra vicepresidenta primera y que hoy nos preside doña Rosario Camacho Martínez, a la que tanto debemos todos y a la que tanto la propia Málaga adeuda. Excepcional investigadora, directora incansable de estudios y tesis, inspiradora de vocaciones humanísticas y que hoy hace historia en nuestra Institución al ser la primera mujer que accede a la presidencia en sus 175 años.

 Es obligado también recordar aquí a nuestros tres vicepresidentes  actuales don Ángel Asenjo Díaz (que tanto está haciendo por la arquitectura desde la Academia y desde su propio trabajo profesional); a don Pedro Rodríguez Oliva, maestro  de muchas generaciones que, desde el  riguroso estudio del pasado nos enseña a construir  mejor nuestro presente y  vislumbrar nuestro futuro; a don Elías de Mateo Avilés, gran y  reconocido historiador que tiene el don de acercarnos con sencillez y facilidad a la historia más reciente  por recovecos que pueda tener y que es, además, un  generoso y esforzado colaborador académico. Y no podemos olvidar en este punto al que fuera también vicepresidente en nuestro primer mandato, don Francisco Carrillo Montesinos,  hoy emérito, finísimo politólogo, gran humanista y, por ende, prudente consultor, a quien reconocemos  el esfuerzo que hace para acompañarnos hoy.

Doña Marion Reder Gadow, que estuvo con nosotros durante el primer mandato en el siempre sacrificado puesto de secretaria, que con tanto acierto desempeñó y que ahora se reincorpora a nuevas tareas de la Junta de Gobierno. Debo también recordar aquí a don José Infante Martos y a don Francisco Ruiz Noguera, magníficos secretario y Bibliotecario, ambos felices hacedores de soluciones y sin que podamos olvidar a doña María Pepa Lara a quien tanto debemos agradecer su tarea como responsable del Archivo Municipal, conocimientos que ha volcado en las tareas de nuestra Institución.

Concluiré citando a don Fernando de la Rosa Ceballos, que con entusiasta esfuerzo colabora en múltiples tareas de la  Academia; a don Sebastián García Garrido, nuestro creador de cámara, gran y muy delicado diseñador que ha puesto su saber y conocimiento al servicio de la Institución y, por último, a don Javier Boned Purkiss, el profesor Boned, tan profundamente culto y sacrificado que, con paciencia benedictina, hace posible anualmente el milagro de que nuestro Anuario “rompa aguas” y nazca a la vida; consiguiendo ser nuestra mejor tarjeta de visitas.

Hay otros compañeros que, sin pertenecer a la Junta de Gobierno o a Comisiones Especiales, han prestado una ayuda muy significada en la preparación y celebración de los actos de conmemoración del 175 aniversario de la fundación de nuestra Academia, que tuvieron lugar el pasado año y que es de justicia sean recordados en este momento y me refiero, claro está, a don Pablo Alonso Herráiz, don Adalberto Martínez Solaeza y doña María Morente del Monte.

En nombre propio y en el de la Academia de la que hasta ahora tuve la representación, les doy  a todos los nombrados mis más sinceras gracias y también quiero transmitírselas a los restantes académicos y académicas que han tenido a bien acompañarnos en el camino para conseguir que nuestra Institución de un paso más allá, que se incardine mejor, o sea más profundamente, más sabiamente,  en la sociedad malagueña y que cumpla su más alto mandato: ser un lugar de excelencia y un centro de transmisión del conocimiento que, así, se abre a todos.

No sería ésta una Institución bien nacida si no dejásemos patente nuestro mejor y más alto reconocimiento a nuestro Ayuntamiento, a quien personalizamos en la figura de nuestro Alcalde, tan sabiamente sensible a la importancia de la cultura para lograr una sociedad cohesionada y más justa y que tanto nos ha ayudado para poder realizar nuestras tareas. Ese mismo agradecimiento es el que tenemos que mostrar para con la Fundación Unicaja, tan generosa para con nuestras actividades y nuestra casa; sin su ayuda nuestras instalaciones y muchas de nuestras actividades no habrían sido posible. La Junta de Andalucía, institucionalmente colabora también a nuestras tareas, con lo que reconoce el papel de las Academias   y  también valoramos la ayuda de la Excma. Diputación, modelo de Institución indefectiblemente unida ya a la cultura y concluyo este capítulo de agradecimientos con entrañable referencia a la Fundación Málaga, que tanto nos apoya para hacer posible el Premio Málaga de Investigación en Humanidades. La cofradía del Sepulcro, que durante tantos años nos acogió, también debe ser recordada y, por último,  nuestra hermana académica, la Malagueña de Ciencias, de la que tuvimos el honor de recibir su más alta distinción.

En mi discurso de toma de posesión que, como he dicho ya, cumplirá pronto diez años, invoqué las palabras del filósofo alemán H. G. Gadamer al decir que la experiencia artística expresa una verdad que no puede ser verificada con los medios de que dispone la metodología científica y quizá ello sea así (sigue diciéndonos el filósofo) porque el arte es, ante todo, una experiencia de la verdad y del ser. El arte no es partícipe de un grado menor de realidad, sino todo lo contrario; en el arte el ser se incrementa.

Esta institución, que tiene por objeto el estudio, la protección y el fomento de las artes todas y de la creatividad, ha de recordar, hoy más que nunca, el memorable verso de Hölderlin que dice así: Pero lo que permanece lo fundan los poetas. Y permítanme aquí hacer extensivas las palabras del insigne poeta alemán hacia todas las artes, pues en ellas se encierra la semilla de lo que ha de permanecer. Una vez pasados los acontecimientos que han conformado nuestra época, lo que permanece tras ella es el legado que nos dejaron las palabras de los poetas, las obras de los pintores y los arquitectos, las concepciones de los científicos creadores y el hacer de todos los maestros.

Y de ahí nace la responsabilidad de las Academias, que han de recoger aquel legado que les fuera entregado y ofrecerlo a las nuevas generaciones para que puedan vivir un presente pleno y construir un futuro cargado de dignidad, sabiduría y conocimiento. Y por eso, colaborar a ello es una obligación ineludible para todos cuantos hemos tenido el honor de formar parte de una institución como la nuestra; ya que fuimos elegidos no para formar parte de una nómina de notables, sino para desarrollar un trabajo continuo y conjunto con todos los otros miembros de la Corporación, en beneficio de la sociedad toda.

 Máxime en un tiempo en que nuestra ciudad está teniendo una extraordinaria transformación, dando un salto cualitativo hacia ser una gran ciudad. Instituciones como la nuestra tienen que dar sentido al avance que aquí está teniendo lugar y ser capaces de convertirse en la conciencia de una sociedad harto más compleja que la que había hace tan solo unos pocos años; hemos de acompasar nuestro hacer con el hacer científico y tecnológico, y nuestra estrella guía debe inspirarse en el sabio aserto de Rabelais de que ciencia sin conciencia es la ruina del alma. Seamos pues la conciencia de esa forma de vida, de ese nuevo pensamiento que está surgiendo en nuestra renovada ciudad.

Y ya concluyo, Sra. presidenta, deseándole toda clase de éxitos en su gestión (que estoy seguro tendrá) y ofreciéndole nuestra ayuda (la de todos los académicos) para que, con su buen tino, marque el rumbo adecuado en la travesía que la  nave de la creatividad y las bellas artes debe surcar entre las maravillosas, al tiempo que sobrecogedoras, aguas de la que hemos dado en llamar inteligencia artificial. No debemos olvidar nunca que la mente y el corazón del hombre han estado y estarán siempre en el origen de toda creación, por más ayuda técnica que pueda tener porque quizá ese sea el mayor desafío con el que las Academias de Bellas Artes se encuentran en este momento, por difuso que nos parezca. Muchas gracias a todos y ¡SUERTE SRA. PRESIDENTA

JOSÉ MANUEL CABRA DE LUNA

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DISCURSO DE TOMA DE POSESIÓN DE Dª ROSARIO CAMACHO MARTÍNEZ COMO PRESIDENTA DE LA RABAST. 27 DE MARZO DE 2025.

Gracias Sr. Presidente  Emérito.

Alcalde, Vicepresidente de la Diputación Provincial, Sra. Delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Director del Instituto de Academias de Andalucía, Concejala de Cultura, Vicerrectora de Cultura, Presidenta de la Asociación de la Prensa, Director de Málaga Procultura, Presidentes del Ateneo, Presidentes de las Academias de Ciencias de Málaga, de Nobles Artes de Antequera, de la Sociedad Erasmiana, de la Academia de Medicina de Sevilla representada por mi hermano Paco. Compañeros Académicos, amigos todos.          

Gracias por estar aquí.

Comparezco ante ustedes para tomar posesión de una nueva Junta de Gobierno de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.   Un gran honor para mi y una gran responsabilidad.

Quiero empezar manifestando lo agradecida que estoy a mis compañeros, por haber confiado en mí para presidir nuestra Academia durante este periodo que abordamos. También a la Junta saliente porque nos ha señalado el camino, muy especialmente a José Manuel Cabra de Luna, hoy ya Presidente Emérito, que tanto ha trabajado por la Institución en estos diez años.

Asimismo quiero reconocer el incondicional apoyo de mi familia, y el estímulo que sembraron en mí quienes ya no me pueden acompañar. .

Debo justificar que este acto de toma de posesión tenga carácter abierto, cuando no lo señalan los Estatutos, referencia actualizada para nuestro trabajo. Pero la Junta anterior así lo hizo por primera vez, y nos parece bien  pues es una forma de afirmar nuestro compromiso, no sólo ante la Academia, sino ante la completa sociedad de Málaga, a la cual nos debemos.

La Academia de San Telmo es una institución importante que, desde su fundación en 1849, ha incidido en la vida cultural de Málaga. Principal tarea de la Academia fue la organización de la Escuela de Bellas Artes, inaugurada en 1851, con intereses comunes, ya que fue una de las vías para la educación de jóvenes, al acudir no sólo los que pretendían, mediante el dibujo y la pintura, una formación artística, sino también los que precisaban de otros conocimientos que aquí se impartían, al estar orientadas algunas de las enseñanzas a los oficios. 

Esta Escuela de Málaga contó con una excelente plantilla de profesores, muchos de los cuales eran Académicos, cubriendo los cargos de la Junta de Gobierno junto con otros profesionales o intelectuales, volcados en activar a la Academia, siendo uno de sus mayores logros la creación del Museo de Bellas Artes de Málaga que, con gestiones que duraron varios años,  abrió sus puertas en la c/ Pedro de Toledo en 1916. Un museo de arte contemporáneo (como señaló María Morente), pues lo nutrieron los propios académicos y profesores, con sus obras, aunque también se efectuaron algunas compras cuando la ocasión lo facilitaba.

El Museo, después de una prolongada estancia en la misma sede de la Academia en el antiguo Colegio de San Telmo, dependencias que fueron de los jesuitas, en la Plaza Mayor de Málaga, pasó, no sin esfuerzos de todo tipo, al Palacio de Buenavista (y aquí quiero recordar a D. Juan Temboury, que tanto trabajó para conseguirlo). Fue en 1967, siendo ya una institución cultural consolidada, y allí convivieron Museo y Academia hasta 1997. Tras unos años inciertos, la intensa reivindicación por parte de los ciudadanos de Málaga para que la Aduana fuese destinada a Museo, surtió efecto y, tras una magnífica restauración, este monumental edificio que nos acoge, obra señera en nuestra ciudad del Siglo de las Luces, abrió sus puertas como Museo de Málaga, en diciembre de 2006. La Junta de Gobierno que presidió D. Manuel del Campo, destacada figura en el mundo de la música, realizó eficaces gestiones y, faltos de una sede estable, pudimos desarrollar nuestras actividades en diferentes entidades e instituciones de Málaga, hasta que se consiguió, ya en 2016, que la Academia fuera instalada aquí, junto al Museo que contribuyó a crear, algo más de un siglo antes.

Por eso les recibimos en este espacio nuestro, donde quiero exponer las intenciones que nos impulsan, señalar las líneas maestras de la Institución, cuyas riendas  pretendo llevar, y sellar mi compromiso.

Es de elemental justicia reconocer que la Junta anterior, presidida por D. José Manuel Cabra de Luna, ha realizado un trabajo impecable y ha conseguido grandes logros, dejando el listón muy alto. Entre esos logros haber conseguido estos espacios que ahora nos acogen en el Palacio de la Aduana, y su adecuado amueblamiento.

Yo he vivido mucho esta Academia, desde 1987 en que ingresé como Académica Numeraria, y me he implicado, especialmente bajo la presidencia de Alfonso Canales y José Manuel Cabra de Luna, siendo Vicepresidenta, lo cual me da una base de experiencia. Por otro lado, los muchos años que he sido profesora de la Universidad de Málaga no sólo he ejercido la docencia y la investigación, también la gestión, poniendo en funcionamiento, desde la nada, el Departamento de Historia del Arte (y al recordar estos años de formación quiero rendir homenaje a mis maestros D. José Manuel Pita, D. Antonio Bonet y D. Juan Antonio Ramírez). Mis compañeros representan también distintas especialidades en su conocimiento científico y gestión del trabajo. Y todos nos sentimos muy motivados

Mi aval para el futuro es una Junta de continuidad, una Junta que ha legitimado su experiencia. La mayoría de nosotros hemos formado parte de la anterior, aunque también hay caras nuevas, que han sido muy bien recibidas. Mi Junta de Gobierno está formada por profesionales de extraordinaria valía en su experiencia de trabajo, y de gran calidad humana.

En esta Junta me acompañan: Ángel Asenjo Díaz, Vicepresidente 1º; Pedro Rodríguez Oliva, Vicepresidente 2º;  Elías de Mateo Avilés, Vicepresidente 3º; Francisco Ruiz Noguera, Secretario; Marion Reder Gadow, Bibliotecaria; Fernando de la Rosa Ceballos como Tesorero y Javier Boned Purkiss, como Director del Anuario.

También cuento con el grupo de compañeros que ha consentido en formar las Comisiones Especiales de desempeño según sus especialidades. A través de ellas se incorporan: M. Pepa Lara (Archivos), José Manuel Cabra de Luna (Relaciones institucionales), Sebastián García Garrido (Imagen corporativa), José Infante y Aurora Luque (Comunicación y Publicaciones), María Morente, Rafael Martín Delgado y Estrella Arcos (Patrimonio y Restauración).

Pero el resultado de las elecciones ha demostrado que podemos  disfrutar  del apoyo y la ayuda de la totalidad de los académicos, y así cada una de las Secciones de la Academia estará representada y contará con el más decidido apoyo de la Presidencia y de la Junta de Gobierno para desarrollar cuantas actividades propongan en el ámbito de su especialidad.

Málaga, lugar favorable a iniciativas, ha hecho una fuerte apuesta por la cultura. Los Planes Estratégicos y Directores de la Cultura y sus sucesivas revisiones han marcado direcciones que han sido de gran utilidad. La Academia siempre ha apoyado esta apuesta y la Junta que hoy toma posesión, sigue en esa línea, para contribuir a una ciudad de progreso donde la cultura constituye un sólido elemento de cohesión social y educativa.

Es un reto, pero estoy convencida de que seremos capaces de cumplir  y seguir fomentando el prestigio y la credibilidad de nuestra Academia, colaborando en una ciudad culta y educadora, que sea, como señala el informe de la Unesco de 1973 Aprender a  ser, una “escuela de civismo y solidaridad”,  en un futuro que ya es presente. Una cultura vivida con la que convivamos de modo natural, como indicó el presidente Cabra de Luna en su toma de posesión en 2015.

Yo quiero añadir que, como profesora universitaria, siempre he creído en la educación y en la obligación social que tenemos quienes trabajamos en este campo para promover, o ayudar a conseguir, un espacio de generación de conocimiento y transferencia a toda la ciudadanía. (Y me siento muy reconocida de que me acompañen en este acto autoridades universitarias).

Tengo que recordar que no somos muchos académicos; tras la última reforma de los Estatutos alcanzamos el número de 40 pero, aunque pocos, nuestro potencial es mucho y hacemos a nuestra Academia importante.  Por otro lado, los medios materiales con los que contamos son escasos; somos conscientes de estos límites pero también se ha comprobado que los recursos se han sabido optimizar y deseamos seguir recibiendo el apoyo que nos prestan la Junta de Andalucía, nuestro Ayuntamiento y la Fundación Unicaja, que agradecemos. Se han conseguido logros importantes y se han llevado a cabovariadas iniciativas, señaladas por el rigor y la calidad; actividades que requieren el concurso de profesionales de fuera de la Academia, que es necesario sufragar, pero siempre compensando con el altruismo de los propios académicos, quienes ponen a disposición de la Institución y la ciudad su tiempo, su rico potencial intelectual y el conocimiento de la gestión cultural.  

Hemos elaborado un  programa que responde a una actitud de participación de los Académicos, abordando un futuro de actividades regladas y proyectos que pensamos llevar adelante entre todos, demostrando, como ya se ha visto por hechos anteriores, que somos una institución viva y dinámica.

 Pretendemos consolidar lo que han sido iniciativas positivas, los convenios firmados, y activar otros que no llegaron a cerrarse por completo en el mandato pasado, como el pendiente con la Diputación. Somos una institución provincial y es nuestro deseo personarnos en la provincia. Asumimos proyectos y propuestas en el campo de las artes plásticas, la  arquitectura, la literatura, la música, la defensa y difusión de nuestro patrimonio, cumpliendo el artículo 1 de nuestros Estatutos. (En este campo puedo aportar mi experiencia personal en la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía y en la Comisión Diocesana de  Arte Sacro, durante varios años). Y también afirmar la cooperación con otras entidades e instituciones, especialmente con las dos Academias de Málaga: La Academia de Ciencias, que nos honró con su máxima distinción, y la Academia de Nobles Artes de Antequera con la que colaboramos asiduamente. Quiero recordar también que en colaboración con la Academia de Ciencias, recuperamos el Premio Málaga de Investigación, que nos patrocina la Fundación Málaga. Estamos encantados de que así sea y, por el estímulo que supone para los investigadores, queremos seguir impulsando este importante Premio.

Me siento muy satisfecha de que estemos abiertos a la sociedad de Málaga, y lo queremos potenciar. Muchas de las personas que están hoy aquí son testigos de ello; nos han ido acompañando en el desarrollo de nuestro programa,  y cuento con ellas en este futuro que abordamos ahora.

Todas las actividades públicas de nuestra Academia son recogidas con gran calidad por los responsables de las grabaciones y página web, perfectamente gestionada, para que puedan ser visualizadas por todos. Y el desarrollo de la producción intelectual de los Académicos, además de la recopilación de los diferentes actos, se reseñan en el Anuario, que se publica on-line y en papel. Ambos recursos son una manifestación de la transparencia con que queremos movernos. También el campo de las redes sociales es recurso del que esperamos obtener el mejor rendimiento para nuestra Academia. Vivimos en un mundo de cambios acelerados donde las nuevas tecnologías abren posibilidades inimaginables y formas nuevas de comunicación, algunas atractivas y peligrosas, como acaba de indicar nuestro Presidente en su alusión a la Inteligencia Artificial.

Me parece importante indicar que, en estos años, hemos logrado con el concurso de alumnos en prácticas curriculares de la Universidad de Málaga, adscritos a instituciones y empresas, fichar la biblioteca y comenzar la ordenación del Archivo. Esta es una tarea que queremos completar en un futuro próximo para que pronto pueda ser un servicio accesible desde el exterior.

La Academia de San Telmo ha demostrado ser, y debe seguir siendo, un referente de la cultura, la investigación, la defensa y la difusión que nuestro patrimonio cultural se merece. Nosotros, las Académicas y Académicos, queremos estar a la altura de la institución. Siempre mirando hacia delante para conseguir que la Academia  mantenga la calidad que los tiempos exigen.

Personalmente, me siento con ánimo para acometer esta andadura. Soy una mujer trabajadora, positiva y fuerte aunque no lo parezca, y he demostrado, reiteradamente, crecerme ante las adversidades.

Por eso, honradamente, y con la ayuda de Dios, asumo esta Presidencia con libertad, compromiso, ilusión y responsabilidad.     

HE DICHO.

ROSARIO CAMACHO MARTÍNEZ

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